domingo, 16 de noviembre de 2008

Como una estrella

Es curioso como las personas se enfrentan a la muerte. La muerte. Sí, es eso que está presente a cada instante y en cada momento de nuestra vida. Aunque suene paradójico, la muerte no es si no la meta que todos vamos a alcanzar algún día en una carrera en la que algunos se dan mucha prisa, otros marcan su propio ritmo, y otros luchan por quedarse rezagados por miedo a que pasará una vez nos marchemos de aquí.
Algo tan incierto, algo de lo que nunca nadie ha hablado porque nadie ha regresado de allí. Como cuando llegas a un trabajo nuevo sin saber que vas a encontrar, y te imaginas durante horas como será, como estará decorado, quienes serán tus compañeros, o si tu jefe será o no simpático. La muerte. Es ese fantasma que nos acompaña desde que tenemos edad suficiente para darnos cuenta del valor que tiene la vida. ¿Realmente sabemos lo que vale? Preguntémosle a un niño enfermo cuánto vale la vida, o a un hombre que se salvó de morir atropellado por un segundo, o al trabajador que perdió el metro el 11 de septiembre y no llegó a las torres gemelas.
Es curiosa la forma en la que las personas se enfrentan a la vida. Muchas piensan que viviendo deprisa, o haciendo locuras, será como aprovecharán los mejores años y no se dan cuenta de que la magia consiste en descubrir quien es cada uno en cada paso. A través de los buenos y malos momentos. Abrir una ventana y dejar que el aire entre y sentir como amanece un nuevo día teniendo tanto que aprender. Dejando la mente y el corazón en blanco y escribir en él lo que nos apasione, lo que nos ilusione de cada día. Irnos a dormir con la sensación de haber vivido un día más, de haber sonreído un día más. De haber respirado un día más.
Las cosas buenas de la vida, esas que de verdad nos llenan el espíritu, son gratuitas. Y no nos damos cuenta de que gastando grandes cantidades de dinero, queriendo siempre un coche mejor, una casa mejor, un trabajo mejor, no estamos en el verdadero camino de la felicidad. Si dedicásemos un segundo, tan solo uno, a pensar las cosas que en su más absoluta simpleza nos hacen felices, seguramente no nos daría tanto miedo la muerte. Un cielo cubierto de estrellas; un amanecer; meter los pies es una piscina una noche de calor en verano; mojarse bajo la lluvia y que no te importe; una carcajada con unos amigos; el sonido del mar; un abrazo; un te quiero; sentir como azota una tormenta mientras estás despierta en la cama; admirar un campo de flores o ver dormir a un bebé. Miles de cosas tan simples, tan básicas. Sin necesidad de grandes aparatos, sin gastar cantidades exageradas de dinero. A veces olvidamos que nos basta con un corazón y unos pulmones para hacer feliz a una persona.
La muerte. Eso que nos asusta tanto, que deseamos evitar hablar de ella, como si nombrarla fuera una llamada a la desgracia. Atamos a las personas que queremos a la vida, tal vez por egoísmo, para que no nos dejen solos. ¿En que momento cruzamos la línea de querer que alguien viva por nosotros y no por ellos?. Las personas deben marcharse algún día. El ciclo de la vida. La posibilidad de crecer y seguir caminando, dejando una huella en cada pisada. Llenando de recuerdos álbumes, cintas de video, hojas de papel, corazones, memorias de cada persona que te han conocido y te han querido.
No creo que la muerte sea el final. No creo que haya una final. Los finales son sinónimo de despedidas, de olvidos, y dudo que nos olvidemos nunca de aquellas personas que formaron parte de nuestra vida y se fueron. Viven a través de nosotros. Cada vez que las nombramos, cada vez que dedicamos un segundo a recordarlas, las estamos manteniendo vivas. En el recuerdo, en el corazón. Las personas no mueren, nunca se van. Si se fueran, ninguno de los que se quedan aquí podría mantenerse con vida.
Es curioso como las personas se enfrentan a la muerte. Somos como estrellas, pequeñas y inexplicablemente insignificantes en un universo gigantesco y plagados de semejantes. Vivimos durante muchos años ahí, y a veces pasamos desapercibidas para muchos, no para otros que nos miran cada noche y saben que hacemos a cada momento. Cuando somos felices y cuando no. Cuando deseamos estar solos y cuando necesitamos compañía.
Todos somos como estrellas, brillantes, deslumbrantes. Únicos y especiales en un cielo creado para que cambiemos el mundo, para mejorar como personas, para hacer mejorar a los que vendrán detrás y que ellos sepan mejorar a los siguientes. Para guiar a los perdidos, y acompañar a quien se sienta solo.
La muerte. El día que llegue mi muerte desearía morir como mueren las estrellas. Rodeada de todas las que me acompañaron en mi vida, y en un movimiento fugaz, dejar una gran estela en el oscuro cielo. Ahora cierra los ojos y pide un deseo, que sea donde sea adonde vaya tras dejar esta tierra, me lo llevaré conmigo. Porque como he dicho, la muerte no es el final. Si no el principio de vivir en el recuerdo. Y espero que cuando me recuerdes, sonrías.

















Esto lo puse en su dia en el fotolog....pero creo que tambien se merece un hueco aqui. Y ahora me parece el momento oportuno..........^^ ¿Regresamos?

domingo, 21 de septiembre de 2008

Un nuevo principio...

Cada mañana cuando me miro al espejo, me da la sensación de que no conozco a la persona que me devuelve la mirada. Como si en cierto modo, yo fuera una mera espectadora de mi vida, paseándome entre los bastidores del teatro y observando como los demás actores realizan su interpretación. Un guión, una secuencia, un plano. Y cuando se acaba la función, y te metes en la cama, apagas la luz y cierras los ojos, te das cuenta de que una vez que se baja el telón no sabes quien eres, ni que quieres. Y aunque lo supiera, creo que me daría demasiado miedo luchar por ello. Y cuando estoy tranquila, tumbada en la cama, el único pensamiento que me cruza la mente es ella. Ella es lo que me inunda la cabeza a todas horas. Aún sabiendo que es del todo imposible, aún sabiendo que jamás sentirá nada por mí, yo soy totalmente incapaz de olvidarme de ella. Y cada cinco segundos busco sus ojos entre la gente, esperando que la suerte se ponga de mi lado y ella gire su cabeza en ese instante, y me dedique esa sonrisa que solo ella sabe esbozar. En ese momento, esa milésima de segundo en la que sus ojos se cruzan con los míos me siento viva. Noto mi corazón, mi respiración, el contacto de mis pies con el suelo. Noto como la imperceptible brisa me roza la piel y mis oídos ensordecen, reduciendo el mundanal ruido a leves ecos que se pierden en la gran burbuja que se crea cuando siento que me mira. Solo tengo ojos para ella, oídos para ella. Y en cambio Ella, parece no darse cuenta de que si cada mañana me pongo en pie, es porque se que voy a verla sonreírme como solo ella lo hace.
Hace demasiado tiempo que todo gira en torno a ella, y creo, que he llegado a un punto en el que ya no se hacer las cosas si no ocurren en esa dinámica. Y lo peor, es que tengo la impresión de que mientras ella esté cerca, no podré fijar mi atención en nadie. Y todavía me quedan muchos años teniendo que saber de ella.


Mañana empieza mi segundo curso en la universidad, se cumple un año del momento en el que la conocí. Y esa sensacion me sigue removiendo el estómago.





Espero que este año sea mas revelador, o por lo menos, eso intentaré. Perdonad mi ausencia, habia cosas que debía poner en orden antes de volver, ;)

martes, 8 de enero de 2008

Caminos de ida y vuelta...

Creo que ese es el titulo de uno de los discos de David de Maria o algo así, pero creo que concuerda con mi estado de animo de estos momentos.

Antes que nada feliz navidad y gracias Mga por mi felicitacion de cumpleaños!!xD

Hace mucho, y cuando digo mucho es mucho tiempo que no escribo por aqui, y sin querer, dejar mis pensamientos, y algún que otro sentimiento escurridizo por este blog cada día ma gustaba, y se había convertido en una rutina, en un momento del día en el que solamente el teclado y yo eramos dueños de mi tiempo. Poder contar lo que me ocurre, sabiendo que puede que otra persona al otro lado del país pueda sentir como yo, pueda estar sufriendo como yo, o pueda estar feliz como yo...es algo que no se puede explicar con palabras.

Creo que dije que esto queria que fuera algo continuado, porque soy de esas personas que empiezan algo pero no lo terminan, así que espero poder retomarlo como antes, sin que la pereza, la tristeza, y ni siquiera los estudios (Dios mio deberia ponerme a estudiar!) me impidan dejar algo de mi vida por aquí cada noche.
Me han pasando muchas cosas desde la ultima vez que escribí, aunque el tema central que me mueve ahora mismo sigue siendo esa chica que como no, tenia que aparecer en mi vida para complicar aun mas mi terjiversado mundo de los sentimientos. Pero entre mis propositos para el 2008...(por cierto que mal educada me toy volviendo: FELIZ AÑO!) están el No subirme a la nube innecesariamente, porque luego me caigo y me hago daño....yo paso de ponerme a dieta (no lo conseguiría), quitarme de fumar (Si no fumo!), ir al gimnasio (Para eso me pongo a dieta y no me dan agujetas....) y todas esas cosas que la gente se propone con el inicio del año....y es que mi incio de año ha estado mas bien cargado de rayadura mental de la mia. Puede que parezca una tonteria, pero este año ha sido diferente, ha sido especial. He notado como soy mas mayor, como ya he cumplido los 18 y no puedo escaquearme de ir a comprarle tabaco a mi madre al estanco...como se me cae la baba con mi primo de 10 meses cuando a mi jamas me ha pasado eso con un primo mio, pensar en lo corta que en sí es la vida.


Algo a lo que llevo dandole vueltas varios días, y que en realidad es una parida mental pero que me pone realmente triste. Y es ver como se pasa el tiempo. Este año, con todo lo que me ha pasado, todos los cambios, todas las experiencias, han hecho que este final de 2007 haya sido realmente el FINAL del año. He notado mas que nunca que uno mas se ha ido, y que el tiempo que hemos vivido ya no va a volver, que tal vez la navidad que vienen no estemos todos porque alguien nos deje durante estos doce meses....Pensar que se nos da la vida, que conocemos a personas que nos van a tener que dejar, inevitablemente...y por eso me pregunto para que existen los sentimientos, porque las relaciones se acaban y sufres, la gente a la que quieres se terminará por morir...para eso sería mejor no sentir, no querer, no encariñarte con nadie....porque al final terminaremos por perderlos. Se que es una vision muy negativa de la vida y que deberiamos disfrutar de los momentos que tenemos cada dia sin pensar en el mañana...pero no puedo evitar pensar que todos estos momentos, mañana, no serán más que recuerdos de alguien que ya no está.....


No ha sido la mejor manera de empezar el 2008, de cabreo en el cotillón (primero y último que piso, yo vuelvo a la fiesta privada!!!!!xD) con mi dia vomitando por el empacho del dia 1 y desde el dia 3 resfriada a más no poder....esperemos que el año se vaya enderezando porque vamos....




....Propósito numero 2: No llegar a los 19 sin haber tenido una relacion decente!