Lo bueno de pasarme dos dias sin hacer una entrada es que escucho más cosas y me da más tiempo a pensar en que poner. Y hoy voy a hablar de un par de declaraciones hechas por dos arzobispos, Jose Ignacio Munilla y Javier Martínez. Primero tengo que dejar claro que no pretendo ofender a nadie, y que si eres un lector fervientemente católico apostólico y romano, es probable que te sientas atacado con mi forma de hablar, de pensar y de opinar. Y sin querer faltarte al respeto: me da igual. Así que por favor ahorrate seguir leyendo. Si por el contrario te interesa saber de que va el tema, continuemos para bingo.
La cosa es que creo que me estoy haciendo mayor y ahora me ha dado por escuchar la cadera ser al acostarme, porque me gusta Hablar por Hablar (será deformación profesional) y porque me gusta la voz de Macarena Berlín. Y así, en los informativos de las dos de la mañana, salió una noticia que me sorprendió. El arzobispo de San Sebastián hacía estas declaraciones.
Bien. Él dice que sus palabras se han manipulado y malinterpretado. Yo opino que él dijo exactamente lo que quería decir: que eso ha pasado a miles de kilómetros y que los pobres de Haití no van a darle dinero a la iglesia estando muertos. Que nosotros debemos ser los que reflexionemos sobre nuestra crisis de fe porque todos vamos a ir al infierno, y debemos hacer obras buenas y de caridad y ser borreguitos proporcionadores de euros eclesiasticos. Es mi opinión.
Pero es que la cosa no se queda ahí. Dejando de lado a este señor de la iglesia, aparece en escena un nuevo arzobispo, en este caso el de Granada, Javier Martínez. Este señor debió entrar en éxasis espiritual (sí ese espíritu que dice Munilla que todos tenemos en crisis) y mirad:
El arzobispo de Granada: "Si la mujer aborta, el varón puede abusar de ella"
Actualizado 22/12/2009 19:32
El arzobispo de Granada, Javier Martínez, pronunció el pasado domingo una homilía en la Catedral en la que comparó la reforma de la Ley del Aborto con el régimen de Hitler, alegando que los crímenes nazis no eran tan "repugnantes" como los que permite cometer dicha ley. Acto seguido, Martínez dio a entender que la mujer que aborta "mata a un niño indefenso" y, por tanto, "da a los varones la licencia absoluta, sin límites, de abusar" de su cuerpo.
Martínez considera el aborto "un genocidio silencioso", y cree que la humanidad está involucionando al aprobarse los últimos cambios a la ley que permite interrumpir el embarazo. "Matar a un niño indefenso, y que lo haga su propia madre, da a los varones la licencia absoluta, sin límites, de abusar del cuerpo de la mujer, porque la tragedia se la traga ella", dijo el obispo. La oficina de información de los Obispos del Sur, que distribuyó ayer su homilía del domingo, explicaron que esta frase de Martínez apunta primero "al abuso que la mujer comete primero con su cuerpo y con su hijo", y que la deslegitima para negarse a que el hombre abuse de ella "como si fuera un objeto". "El arzobispo se refería a que si la madre es capaz de matar a su propio hijo, el varón tiene entonces autoridad absoluta para hacer lo que quiera con ella y con su cuerpo".
Además, Martínez asegura que "es de cobardes matar al débil", dijo Martínez, que se refirió a la Edad Media, esa época "que nadie se atreve a recordar porque tampoco es políticamente correcto", para señalar que hubo una orden militar cristiana en la que los caballeros hacían el juramento de no combatir nunca con menos de dos enemigos a la vez porque para ellos era "indigno combatir de igual a igual" con quien no era cristiano.
Para el prelado, esta "licencia para matar no es más que un primer paso de la pérdida de libertad" de la sociedad y el primer paso, "gravísimo, que anuncia que estamos ya en una nueva y terrible dictadura".
Para Martínez, es la humanidad "la que retrocede con este genocidio silencioso al que se nos invita y que ahora se promueve", genocidio que se impone, dijo, a ciertos profesionales "como si fuera una obligación, el mismo tipo de obligación que las que tenían los oficiales en los campos de concentración".
En fin, yo he crecido en un colegio de monjas, he dedicado muchas horas de mi vida al campo dela religion, cantaba en el coro del colegio, pertenecía a un grupo juvenil de la iglesia, me bautizaron, hice la comunión y me confirmé. Y probablemente de no haber sido bollo (¡oh dios! ¡mi espiritu ya no está en crisis está en bancarrota total!) me habría casado por la iglesia. Y a dia de hoy lo que siento por esta institución es desprecio y un poco de miedo la verdad. No digo que todos los miembros sean unos impresentables, habrá gente buena, como en todas partes. Pero para mí, la iglesia es una secta legal, e incluso algo mafiosa en ciertas ocasiones.
No pretendo insultar a nadie, solo dar mi sincera opinion.Respeto a la gente que sigue a la iglesia y respeto sus creencias, lástima que ellos no hagan lo mismo con los demás.
1 comentario:
Es una secta en toda regla. Puedes mirar en cualquier parte (Internet), y verás que cumple con todas las características para ser una secta. Enorme, pública, con millones de seguidores/sectarios y muchísimo poder. Esto es peligroso, muy peligroso.
Interesante blog por cierto, : ) .
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