De todo un poco, un mucho, y un por qué

Si tuviera que ponerme a contar todo lo que ha pasado esta última semana, tendría que hacer un intensivo de un par de horas de blog. Y como sigo sin tener tiempo, me paso por aquí para dejar esto. Que no deja de ser otra parte de mí, y que bueno, no resume lo que ha pasado, pero las cosas siempre pasan por alguna razón ¿no?




Besos

Red bollera

Lo que es el bollerismo en sí debería considerarse un universo paralelo. Sin coñas. Un universo en el que todas estamos misteriosamente interconectadas en una especie de enrevesada tela de araña en la que todas tenemos algo que ver con todas directa, o indirectamente.
Me acuerdo, allá por mis años mozos cuando veía The L word y pensaba - No puede ser verdad todo lo que le pasa a estas tías - Pues vale, después de varios años en el negocio de la bollería fina me he dado cuenta de que sí, de que pasa eso y todavía más. ¿Por qué? Porque todas las bollos están locas. Pero locas de remate. Y yo me incluyo en el lote no os creáis que no.

Si encontráis alguna bollo normal bien:

1) Se está controlando para no espantarte a la primera de cambio
2) Está tan loca que ella está completamente convencida de que es normal.
3) No es bollo, son los padres.

Y es que a pesar mi corta existencia, mis contactos variados con el mundo bollo han sido innumerables. Bueno vale, innumerables tal vez no sea la palabra, pero sí suficientes para darme cuenta del peligro que entraña esta red siniestra de conexiones lésbicas que se forma a mi alrededor. Podría ponerme a explicar el por qué de mi reflexión de hoy, pero sé de buena tinta que hay mucha gente que lee mi blog con intenciones malévolas y oscuras. Hay que ver cómo es la gente, que se empeña en ser mi enemiga coño, con lo buena gente que soy yo. ¡Que no tengo interés en estar de malas con nadie! ¡Que no tengo interés ninguno en serio! ¡Sí, sí! ¡A ver si lo lees! - Bueno vale, creo que es suficiente griterío por hoy.-


¿Pero en serio me veis capaz de llevarme mal con alguien?. Juro que no lo entiendo.




Besos

Septiembre

Se acaba el verano y huele como huele el frío. Como huelen las cosas nuevas cuando son nuevas y el aire cuando viene de las cañas. Huele a finales y a comienzos, a oportunidades, a planes nuevos y lastres arrastrados. Huele a soles tardíos y noches eternas, a escarcha y a rocío. Huele a silencios, y a mejillas sonrojadas, a caricias escondidas, a "te quieros" olvidados. Huele a Septiembre, a lo que huele la vida cuando empieza y acaba, a lo que huelen las cosas que no han pasado. Huele a pasado, a presente y a futuro, a segundos consumidos, a horas letárgicas.

Huele a eso que no sabemos cómo nombrar, y que sin embargo nos hace sonreír.

Retornos

Hola, (Perdón por la desaparición, perdón, perdón!)

Me he comprado el Ipod Touch, mi capricho de mi sueldo. Único capricho. Lo demás, pa' la saca y para renovar mi vestuario. Y para estrenar el Ipod como Dios manda he grabado un video.
Desde que fui a ver a Boza a Cádiz tengo la sensación de tener que hacer algo con mi vena de cantautora, que ciertamente tenía abandonada. Pero es que eso de componer se había vuelto una tarea complicada. Al menos hasta ahora.
Me acuerdo de la época en la que era capaz de escribir una canción en una tarde y todo fluía libremente. Pero de pronto dejé de hacerlo y me estanqué en el pozo oscuro de la sequía emocional y aquí me veis. Años después de haber escrito la última canción que medio me convencía, subiendo el primer vídeo del que tengo una verdadera sensación de autoría. Por lo autobiográfico de la canción, por la dedicación, o por el cuidado con el que he elegido las palabras moviendolas como las caras de un cubo de rubbik hasta que han formado la armonía que esperaba.
Está muy lejos de ser perfecta, pero hasta el momento es lo mejor que ha salido de mi cabeza y de mis manos. Y quien sabe si será la primera de muchas cosas de las que sentirme orgullosa.




Besos