Lesvisibles

Hola,

Anoche fue una noche extraña. Estuve cenando en el salón con mi madre, y mi portátil, y decidí quedarme allí a ver Cuéntame cómo pasó. Serie interminable dónde las haya. Pero me gusta Pilar Punzano, me recuerda al ser Marino, y aunque el ser Marino no me hace gracia, es guapa hasta decir basta. Por lo que sí, en el fondo de mi mente de bollera perversa, me gusta Pilar Punzano.



La cosa es que, la noche transcurrió sin altercado alguno, si no contamos la depresión de Paquita, que Carlos suspendiera su examen del ICADE - Por cierto, se siguen vistiendo y peinando igual los alumnos de ahora que los de entonces. Espeluznante - y que se han tenido que mudar de nuevo a San Genaro.Un momento, esto no me importa una mierda. Continúo. Después de ver Cuéntame y a Pilar Punzano, cogí mi petate y me moví hasta mi habitación. Como había leído en Twitter que estaban echando Saw IV en Neox, pues la puse. De las películas de Saw diré que bueno, la primera es un peliculón pero a partir de la II se las podrían haber ahorrado. Y sinceramente no recordaba cual de las descabelladas secuelas posteriores ea la IV. Así que vi los últimos cinco minutos, un par de muertes sangrientas, y un final apoteósico con su banda sonora y de pronto empieza Aquí no hay quien viva y jode toda la atmósfera de terror. Así que me quedé viéndolo un rato, hasta que leí en Twitter - sí, otra vez - que Sofía Cristo se iba de Acorralados, y así llegamos al principio de la entrada. Todo lo escrito hasta ahora era el prólogo.

Acorralados es un Reallity de Telecinco. Si me leéis con frecuencia, sabréis que yo no soy fan de telecinco en absoluto. Aún menos de sus Reallity, y aún menos de todo lo que implique tener a Jorge Javier Vázquez en pantalla. Pero claro, mi bollo interior a veces me domina, y yo soy capricornio. Es decir, soy una cabra. Por lo que soy soy una cabra bollera, y ya sabéis que la cabra tira al monte. Con esto quiero decir que sí, que cada vez que hay algo de índole lésbico en la tele, mi cabra bollera lo tiene que ver, y en este caso el monte es un programa de telecinco.
En dicho programa están Sofía Cristo, y Nagore Robles. Para ser sincera yo no tenía ni puñetera idea de quienes eran estas señoritas hasta el momento. Pero claro, de esto que sigues a toda la bollosfera por twitter y que tu twisted sister resulta ser fan número uno de Sofía Cristo, pues al final la información te llega por alguna vía.



Pues ha resultado que estas dos tienen una relación muy preciosa, muy pública y muy lésbica. De esas que no estamos acostumbradas a ver en "la vida real". Y esta noche, mirando el twitter - eso que yo no hago nunca como habéis podido comprobar - he leído que por lo visto, unos cuantos días después de meter a Sofía en la casa esa en la que viven, con su respectivo reencuentro emotivo - es que ni sé de qué va el programa - la iban a sacar, y claro, yo como loca dándole al mando de la TDT buscando el maldito T5 - ¿quien coño ha numerado los canales de la TDT joder? ¿ Jordi Hurtado? - para ver el momento despedida. Y lo he visto. Y he llorado, como la buena regadera que soy.
Vale, he de admitir que yo lloro por todo. Soy de las que lloran con las historias que cuentan los que se presentan a X-Factor antes de salir a cantar, y de las que lloran también cuando alguien canta Listen de Beyoncé de una forma medianamente decente. Pero es que lo de estas dos es demasiado tierno para ser cierto. Bueno, que desvarío.
La cosa es que en plató, la hermana de Nagore, Janire - el padre de ambas es Ash Ketchum al parecer - ha roto a llorar orgullosa de su hermana y de lo maravilloso que es el amor que prodiga con Sofía. Y la madre de Sofía, Bárbara Rey, ha dicho algo que me ha despertado el impulso de querer levantarme y darle un aplauso lento. No un aplauso normal no, un aplauso LENTO.
Ha dicho algo como que ella había criado a su hija para que confiara en ella, y pudiera contarle todo. Que se alegraba mucho de la relación que tenía con Nagore y que estaba muy orgullosa de la visibilidad que estaban dando de las lesbianas de este país. Porque no hay lesbianas famosas reconocidas y no existen referentes en España y va siendo hora de que eso cambie. - Ahora todos, aplauso lento -

Y he aquí el quid de la cuestión. Realmente en España no hay lesbianas famosas. Lesbianas conocidas. Lesbianas que estén orgullosas de serlo, que salgan y digan : Sí, me van las tías. Con un par de ovarios. No. No las hay. En lugar de eso hay cortinas de humo como la de María del Monte, Isabel Pantoja, Encarna Sánchez y compañía, medias tintas como Malú o Anabel Alonso, o casos extraños como el de Elena Anaya.
Y digo extraño porque ella está fuera del armario, este verano se la ha fotografiado con su chica en la playa, como se podría haber fotografiado a cualquier otra pareja heterosexual, y sin embargo, muchos han puesto el grito en el cielo sobre "que no debemos sacar del armario a los famosos que no lo deseen". ¿Perdón? Creo que si Elena Anaya está bañandose desnuda y besándose con su novia en la playa en pleno día, no está precisamente escondiendo su condición sexual. El tema del respeto por la intimidad de la persona independientemente del par de cromosomas que tenga su acompañante sí me parece un tema a discutir. Pero no la falsa condescendencia que no hace más que servir de maquillaje para una sociedad homófoba y además, hipócrita.

Por eso, por primera vez creo que en toda mi vida, he estado de acuerdo con lo que se ha dicho en un plató de Telecinco. Se necesitan referentes reales, mujeres de hoy que cambien los esterotipos tan anticuados que se tienen de las lesbianas aún en España. País que quiere ir de moderno y aún le queda tanto camino por recorrer que a penas ve la meta.
Vamos avanzando sí, hace treinta años ni se imaginaban cómo estaríamos ahora, las nuevas generaciones. Yo, cuando me dí cuenta de que me gustaban las mujeres, puse mis ojos en Esther y Maca. El único referente que existía en mi vida en ese momento. Y todavía recuerdo la campaña de Amnistía Internacional en contra de la Homofóbia en la que participó Jesús Vázquez, y cómo ninguna lesbiana quiso dar su imagen por esa causa y fue Patricia Vico en su papel de Maca la que participó. ¿Así queremos avanzar? ¿así queremos que las niñas de hoy no tengan miedos, ni prejuicios? ¿Así queremos que los padres de esas chicas puedan aceptarlo con mayor facilidad cuando las personas que podrían aportar luz a ese cambio prefieren no salir con la excusa de preservar su intimidad?



No estoy pidiendo una salida masiva de los armarios, ni que todo el mundo vaya predicando su orientación sexual. Simplemente es frustrante ver como un niño que quiere ser futbolísta tiene tanto donde verse reflejado, una niña que quiere ser supermodelo tiene tanto dónde verse reflejada, y como una adolescente no tiene esas facilidades para poder mirar a nadie y decir: sí, puedo ser feliz, puedo ser socialmente aceptada. Puedo ser yo.




Besos