sábado, 12 de diciembre de 2009

Como dijo Merche, una de cal y otra de arena

Ayer caí un poquito en el pozo. Fue solo un rato, cuando iba con mi hermana en el coche camino de la casa de mi novia. La conversación volvió a centrarse en mi madre, en como me tenía de machacada y en como soltaba comentarios malintencionados contra mi o contra mi pobre parienta, la cual no tiene culpa de nada. (No os confundais, mi madre "teóricamente no sabe que soy bollo, ni que tengo novia, pero vamos que teóricamente vv')...No voy a profundizar en las razones por las cuales caí al pozo, porque sino estaría aquí escribiendo hasta mañana, y la mayoría de las personas dejarían de leer. (Y tampoco es cuestión de espantar al público ¿no?) Total, que mi hermana me dejó allí, en su puerta, entré, y ella se acercó a mi para abrazarme y darme un beso como siempre. Pero al contrario que las otras veces, esta no la solté. Ni a los cinco segundos, ni a los diez, ni pasado un minuto. Cuando sentí que me abrazaba fue algo superior a mi, y empecé a llorar y a llorar, y ya no podía soltarla....

Pero hoy ha pasado algo bonito, y es que mi prima pequeña, sin saber que esa "mejor amiga" era mi novia, le ha puesto su nombre al personaje del videojuego con el que estaba jugando. Mi prima de cinco años, que ni se imagina que el nombre que le habia puesto al mono era el nombre de la chica de la que ando enamorada, ha hecho que me recorriera un sentimiento de felicidad por dentro porque aunque no lo sepa, ella le ha dado la importancia que mi novia tiene en mi vida.


Tal vez deba regalarle a mi madre ese videojuego...

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