viernes, 3 de diciembre de 2010

Mi amiga C.

Llevo muchos días si actualizar -Ya he perdido la cuenta de las veces que he empezado así una entrada del blog - pero he estado bastante liada estas semanas. Pero hoy empieza el puente de la constitución, de la Inmaculada, o de lo que sea.
A lo largo de estos días me han pasado muchas cosas, muchas muy buenas, otras tal vez no tanto. Pero no voy a hablar ni de la manita de mi Barça, ni de las risas de la clase de farma, ni de los quebraderos de cabeza que nos está dando el viaje, ni de la venta de cajas de delicias navideñas, ni de mis problemas con mi madre.
Hoy me encuentro en un estado indefinido, ese que se te queda cuando no estás ni triste, ni agobiada, ni preocupada, ni alivida, ni alegre. Sino que es un poco de cada uno y te deja esa sensación de estar vacía y a la vez llena y sin saber qué prefieres en este momento.

Ella es una de mis mejores amigas. La conozco desde que tengo uso de razón y recuerdo como cuando éramos pequeñas nunca quería que la sentaran delante mio porque su mata de pelo rizado no me dejaba ver. Hemos sido compañeras de clase toda la vida, menos dos años de la E.S.O, mi amiga C. y yo hemos estado juntas. Con épocas mejores, y peores. Pero al final, ella siempre ha estado conmigo, y en los últimos años, se convirtió en quien es hoy, una de mis mejores amigas y de las pocas con las que sigo manteniendo contacto. En bachillerato se convirtió en uno de mis grandes apoyos y el viaje a Roma fue con ella, aunque vinieran el resto de mis amigas. Compartí autobús con ella, avión con ella, habitación con ella, la cuidé la noche que se puso con 40 de fiebre, y prácticamente pasé con ella todos los días.
Ella es prácticamente la única de todas "mis super amigas" que no ha salido de mi vida¿Por qué? pues porque mi amiga C. también estudia psicología. Tan solo que, por obra y gracia del abecedario, el turno de mañana terminaba en la letra L -la mia- y el turno de tarde empezaba en la letra M - la suya - Así que llevamos cuatro años siendo compañeras, aunque a lo lejos. Pero a diferencia de las que decían ser mis amigas, ella y yo no tenemos problemas con la distancia física. Y siento que la quiero tanto o más que cuando nos veíamos todos los días. Ella siempre está ahí cuando la llamo, siempre tiene una sonrisa cuando nos vemos, y un beso, y un abrazo. Podría decir que mi amiga C. es de esas amigas que tienen un lugar en mi vida para siempre, y es de esas que cuando dices: -Mi amiga C...- se te llena la boca y se te hincha el corazón.
¿Que por qué hablo de mi amiga C. esta noche?, porque hoy, mientras hablaba con ella por teléfono, el coche en el que iba con una amiga y con su novio ha tenido un accidente. Alguien se ha pasado de frenada en un atasco y los han alcanzado por atrás. O eso me ha parecido escuchar de la voz que llamaba a una ambulancia entre los gritos que oía a través del teléfono que se ha quedado descolgado. Me he pasado más de media hora colgada al teléfono. Los diez primeros minutos gritando para que alguien cogiera el móvil y me dijera que había pasado, cómo estaba ella, si estaba bien. Los siguientes me los he pasado llorando y escuchando como llegaba una ambulancia y cómo el personal sanitario hablaba con la gente. Parecía que ninguno de los tres tenía nada grave, podía oirlos hablar. He colgado, y he vuelto a llamar, dos, tres veces. Para que escucharan el teléfono y al menos lo recogieran. He llamado a su novio pero estaba comunicando.Normal. Al final he optado por mandarle un mensaje a ella diciendole que por Dios me llamaran cuando pudieran para saber cómo estaban. Cerca de dos horas después me ha llamado. Y con la voz temblorosa mi amiga C. me ha contado que han tenido un accidente, que estaba bien y que tenía solo una par de fracturas pequeñas.

Ahora tan solo tengo ganas de que vuelva aquí, poder ir a verla y abrazarla. Y decirle todo lo que la quiero, y que he pasado mucho, mucho miedo. Que no se que habría hecho si le llega a pasar algo más grave y que dará igual el tiempo que pase, que ella siempre va a ser una de esas amigas que me hinchan el corazón.

Un beso

1 comentario:

Simply me, myself and I dijo...

Dios, se me ha encogido el corazón hasta a mí... Tu amiga C. es mi amiga F. y si me hubiera pasado con ella me hubiera vuelto loca... :(