Ayer terminó OT. Y yo lloré. No es un dato excesivamente relevante, porque yo soy de llorar con la mayoría de las cosas con las que el resto de la gente no lloraría. No sé si es por una descompensación hormonal, por una hiperactividad del lagrimal, o porque hago poco pis y mi cuerpo tiende a liberar líquido a través de mis ojos - esta última opción me parece algo retorcida.- Pero sí. Lloré. No durante la gala - En ese caso habría sido de vergüenza ajena, ¿cómo pueden cantar tan mal esos muchachos por Dios?- lloré con Pablo Alborán.
Por favor. ¿Puede ser más bonita esta canción y puede cantar mejor este chico?. En serio. Me enamoré. Yo ya había escuchado esta canción, pero en versión de estudio. Y sinceramente con piano es cien veces más bonita. Sin tanto arreglo y sin tanto lolailo. En serio, hoy la he vuelto a ver y se me han vuelto a saltar las lágrimas.
Pero cuando lloré ya del todo fue cuando cantaron Mi Música es tu voz - aquí también podría haber llorado de lo mal que lo hicieron, bueno, hasta que aparecieron Soraya y Bustamante para poner orden. Menos mal- Esa canción me trae unos recuerdos y me hace revivir unas sensaciones que me hacen emocionarme de verdad. Me acuerdo perfectamente de tener el disco de navidad de OT, y de ponerlo en el discman, meterlo debajo de la almohada y escucharla una y otra vez. Me acuerdo de como yo, con 11 años recien cumplidos lo que más quería era tener dieciocho para poder presentarme a OT. Ya no solo cómo me sentía por OT. Es que recuerdo cómo me sentía en aquellos momentos. Con operación triunfo y con Harry Potter -sí, soy una friki y me enorgullezco- y recuerdo esa sensación de ilusión en el pecho, como cuando coges demasiado aire y notas que te duele, y tienes un escalofrio de nerviosismo acompañado de un gritito nervioso. Ese instante, ese momento justo en el que eres plenamente feliz. Recuerdo exáctamente esa sensación, esa ilusión. Con once años soñaba con muchas cosas. Y ayer escuchando la canción en OT de pronto me dí cuenta de que se han pasado diez años, que me he hecho mayor, que ya no tengo la habitación empapelada con posters de harry potter, y que ya aunque quisiera, no podría presentarme a OT.
Puede parecer muy friki, pero anoche sentí una tristeza muy grande. No porque se acabara el programa, sino porque en cierto modo, se ha cerrado un ciclo de lo que soy, de lo que me ha traido hasta aquí. De las cosas con las que he crecido y que me han hecho soñar, ilusionarme, sufrir y a las que recurro cuando olvido quien soy. Ultimamente tengo mucho esta sensación de no saber quien soy, o dónde voy, o qué hacer con mi vida. Estoy algo perdida la verdad. Algo rota, algo destrozada. Sólo quiero encontrar otra vez algo a lo que aferrarme, algo como lo fue OT y Harry Potter en su día. Algo que me haga temblar de emoción, apretar los dientes conteniendo un grito, que me haga saltar el estómago. Algo que me haga sentir viva al fin y al cabo.
Besos
3 comentarios:
Te sigo también en el blog! he estado mirándolo un poco y me ha gustado (:
Eso que dices en el último párrafo de "no saber quien soy, o dónde voy, o qué hacer con mi vida", a mi también me pasa constantemente, pero bueno hay que perderse para encontrarse.
Cuando te leo creo que me espias los pensamientos... me da miedito
Creo que si te conociera en persona, estaría coladito por ti.
Un beso :)
tandb33 (google no me deja iniciar sesión... :))
Sólo dire una cosa: que bonito.
Y no lo digo por OT, que por suerte o por desgracia no he seguido nunca.
Y te digo un secreto: carpe diem. Es una de las mejores filosofias de vida que tiene el ser humano.
Publicar un comentario