Ahora mismo estoy aquí sentada en mi cuarto, (Sí, por fin abandone el exilio de mi campo y vuelvo a mi cubículo personal) y a las 0.43 de la madrugada, escucho como la lluvia golpea mi persiana y pienso reiteradamente en que mañana no llueva, porque voy de boda. Y sí, con la boda, la mudanza de mi campo a mi casa, y los exámenes, habrán finalizado las cosas que mas pereza/angustia/desasosiego me producían del mes de septiembre.
Se que llevo muchos días sin pasarme por aquí, pero he estado más bien ocupada. Pero como me prometí a mi misma no abandonar esto, aquí me tenéis de nuevo, con mi dolorcillo de espalda, mis ojitos cansados y mis ganitas de meterme en la cama. No me apetece en absoluto ir de boda, no os lo voy a negar. ¿Que luego seguramente me lo pase bien? Pues sí, seguramente. Pero hoy por hoy no me apetece ponerme un vestido unos tacones y el pelo de peluqueria. Lo que me apetece es ponerme mis vaqueros por debajo del culo, mi chaqueta con rollo, mis zapatillas y mi gorro, y salir con ella a notar el frio en la nariz...Me gusta el frío porque me recuerda a ella, por todos los días de frío que pasamos en la calle....a mi no me gustaba el frío hasta que la conocí.
Son las 1.01 y sigue lloviendo...Esperemos que mañana salga el sol.
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