lunes, 21 de diciembre de 2009

Las salas de espera

Hola, muy buenas heladas tardes españolas! ( y si hace frio ahí donde tu vives, lector/a habitante de otro país,planeta o región). Llevo tres dias sin salir de mi casa, en pijama y dando rienda suelta a ese pecado capital conocido como gula, que es decir finamente que llevo tres dias comiendo con proyeccion a alcanzar las dimensiones de un jabalí macho.

Así que hoy por fín he tenido que salir a la calle, para una citación médica, y no no es porque tenga envidia de Belen Esteban y me quiera retocar, es que una tiene que mirarse de vez en cuando...y bueno, no ha sido tan apocalípsis como esperaba. Hace bastante menos frío, llueve y hace un poco (¿he dicho un poco?) de aire...pero nada mas.

La cosa es que me desvío del tema casi tanto como de desviada estoy yo y no hablo de lo que me ha llamado la atención: el comportamiento de las personas en una sala de espera. Es algo paradójico e inquietante. Porque ya de por sí, en una sala de espera te encuentras un variopinto repertorio de personas que tal vez en cualquier otra situación no coincidirian en una misma sala.Pero allí si coinciden. Entras, y todos se giran para mirarte como: ¿Y tú a que vienes? y tú claro, saludas cortésmente. Ahora, ¿por qué saludamos a la gente de las salas de espera? Siendo así deberíamos saludar a la gente en el autobús, la cola del servicio, la cola de la copistería, y cualquier otro habitáculo ocupado por gente desconocida. Pero entrar a una sala de espera es como si entraras al salón de tu casa. Así que dices: Buenaaaaaas....y tu mirada va instintivamente al sitio vacio más apartado de cualquier otro ser viviente. Es más si hubiera otra sala separada por un cristal fijo que nos iriamos a esa sala con tal de evitar a la gente. Así que te sientas dejando un asiento de separación con la señora de al lado que esta inmersa en la lectura de la revista HOLA y te invade un sentimiento contradictorio: quieres coger una revista, pero algo dentro de ti te impide levantarte y acercarte hasta el revistero. No me pregunteis por qué pero pasa. Así que te dedicas a ver como la gente entra y se va sentando dejando un asiento de separación entre ellos, como si esa silla no existiera....Pero luego, somos capaces de apiñarnos en un autobús, en un ascensor, en un concierto, o en una discoteca.....Por eso una sala de espera es eso, para esperar, única y exclusivamente.

3 comentarios:

Bubu dijo...

Holaaaa, que bonito blog, me encanta, te acabo de conocer por un comentario que has dejado en el blog de Mireia y me ha llamado la atención tu nick!!!!

Bubu dijo...

Me encantaría dejarte mi link para que visites mi blog de moda, llevo poquito tiempo pero está hecho todo con mucho cariño y dedicación, muak cielo!!!!

http://www.mydarlingbubu.com/

Anónimo dijo...

Desde qué te descubrí, y fue así de la por la más tonta casualidad (y mira que no creo en ellas..)saltando de un Twitter a otro, y vi tu blog me pillé al segundo uno. Empecé leyendo tus post más nuevos pero la historia no me cuadraba, ya que iba todo al revés, así que me fui al primero de todos y me lo acabé leyendo entero.
Hoy divagando por el, porque eres como ese libro que te has leído mil veces pero que aún así de vez en cuando lo abres y te lo acabas releyendo una vez más, he acabado en este post y no me he podio reír más; además hace poco he estado divagando por varias salas de espera y siempre que entraba me acordaba de este momento y sus paradójicos sucesos que tienen cabida.
Creo que eres un poco así como yo, y buscas el sentido a las cosas que pasan. Yo soy de la opinión de que todo pasa por algo, y aunque a veces no tenga nada un puñetero sentido, luego vendrá el maldito Karma y te lo explicará..Aunque a veces es un poco tarde.
En fin, que me lío yo sola.
Como no me gusta la gente que te conoce y no te saluda, yo solo te conozco de por aquí, pero aún así no quería dejar de decirte que, me encanta tu forma de escribir y que algún día escribirás un libro y yo, te buscaré para que me lo dediques.

Bessos!.