El milagro de la vida

Eran las cinco y media de la mañana cuando abrí el ojillo casi sin querer. No sé por qué me desperté – siempre he pensado que tengo algún tipo de poder extrasensorial no especificado- y durante unos segundos estuve despierta en la cama, con los ojos entornados y entonces noté como vibraba mi teléfono debajo de mi almohada. Extrañada y más dormida que despierta lo cogí, me lo acerqué a la cara – mis dioptrías y yo- y al abrirlo vi que se cargaba un mensaje multimedia enviado por mi tío. Y mientras se cargaba supe lo que era:



Hoy, 3 de Junio de 2010, ha llegado al mundo una nueva vida. Raúl vino al mundo anoche y como ya ocurrió con su hermano mayor hace un poquito más tres años, mi tío nada más nacer le echó una foto con el móvil y nos la mandó a todos los miembros de la familia. Es mi primo, aunque por edad, probablemente me llame “tita Rocío” como ya lo hacen sus hermanos y el resto de los pequeños salvajes que tengo por primos (somos 11, mi hermana es la mayor, después voy yo y ya, el más grande de los pequeños tiene 12 años. De ahí, hasta el más pequeño hay 9, 4 niños y 5 niñas).
Debo estar haciéndome mayor, porque no recuerdo haberme emocionado tanto con el nacimiento de un primo mío como con este. Quizás estoy siendo atacada por el instinto maternal o simplemente estoy llegando a esas edades en las que nos empezamos a dar cuenta de lo que significa un nacimiento o una muerte. Hoy, iba de camino a la universidad cuando he visto un coche fúnebre. Horas después de que mi primo naciera. En eso consiste la vida, unos que llegan, otros que se van, y los que estamos aquí…viendo como pasa todo.
Todavía no he podido ir a verlo, pero cuando lo haga, y lo tenga entre mis brazos seguramente encuentre una explicación a porqué me siento así ahora, porque siento que hay alguien más en el mundo que tiene algo de mi corazón, y que hay alguien más en el mundo a quien querer.

Bienvenido al mundo Raúl, espero que seas feliz. =)