La vida del estudiante es la mejor hasta que tienes que estudiar

Nada, ayer otro día en blanco. Pero tengo mis motivos. Sabéis que yo suelo actualizar con nocturnidad y alevosía, por eso anoche no pude. Estuve en un concierto. Sí, aquí, en mi casa, con mi pijama y mis zapatillas molonas, que amo y venero.



Y es que mi gran tocaya, me invitó a asistir al concierto de un cantautor de manera on line: Curro Ayllón.¡Gracias tocaya!.
Nos juntamos unas 50 personas en una sala de chat con video y él estuvo tocando y cantando para nosotros durante más de una hora. Eso es amar lo que se hace y no Alejandro Sanz y sus paridas colgadas en twitter con su iPhone mientras con la otra mano maneja el yate que tiene aparcado en su puerto privado de Miami.

Y hoy es viernes. En cualquier otra época del año que sea viernes es una buena noticia. En época de exámenes y siendo universitario la verdad es que, que sea viernes, martes o jueves, te la repampinfla. Lo importante es cuántos días te quedan para el próximo examen. A mi me quedan exáctamente cinco días. ¿Y qué pasa cuando te quedan cinco días para un examen? Pues que no te pones a estudiar hasta que no te quedan dos. Es una Ley no escrita del estudiante. Luego te ves con dos días y piensas: Joder, con la cantidad de tiempo que he tenido y ahora estoy agobiada ¡La próxima vez me pongo a estudiar con tiempo!. Otra leyenda urbana.


Un beso