domingo, 20 de febrero de 2011

Insomnio

Hoy es domingo. Bueno en realidad es la noche del sábado, pero como en la entrada va a aparecer como si fuera domingo, voy a tomarme la libertad - que estoy muy loca - de poner que ya es el último día de la semana.

Hace unos días que termine los exámenes y al contrario de lo que le suele pasar a la gente cuanto termina, que hace una especie de fiesta de celebración y borrachera épica, a mi siempre me suele pasar lo mismo cuando termino cada año. Apatía total. Llevo cuatro días en los que me duermo a las cinco de la mañana, me despierto a las dos de la tarde, y el resto del día me lo paso en pijama metida en la cama viendo alguna serie. Ni twitter, ni tuenti, ni facebook, ni blog,como habéis podido comprobar. Por no hacer, casi ni le he hecho caso a la blackberry, y eso puedo decir que es síntoma de que algo no va bien.

Estudiar es una estupenda manera de mantener la cabeza ocupada. Aunque sea agobiante, y te tenga en tensión, creo que proponerte una meta y saber cómo y cuándo tendrás que llevarla a cabo, da una cierta seguridad. Un cierto control. Y yo soy una maniática del control.

Soy una persona bastante cuadriculada, no lo voy a negar. Cada cosa que hago esta pintada como un mapa en mi cabeza antes incluso de decidir si debo o no debo hacerla. No soy espontánea, ni mucho menos impulsiva. Hasta he tenido conversaciones con una persona cuando yo ya había pensado el desarrollo completo previamente. Sabía lo que iba a decir yo, lo que me iba a contestar, y así sucesivamente. Por eso las situaciones descontroladas me dan tanto miedo y tengo esa sensación de angustia en el estómago acompañada de un negativismo poco productivo.

Aunque esto no siempre ha sido así. Antes era bastante peor. La sensación de incontrolabilidad ante situaciones totalmente nuevas, como un viaje, una salida inesperada, un grupo de personas nuevo, me ponían tan mala que me daban hasta pequeños mareos. Creo que la universidad ha mejorado ese aspecto de mí. Pero también creo que es algo que todavía me corta las alas, y no me deja terminar de ser feliz. Tal vez ese es el motivo por el que me cuesta tanto tomar decisiones arriesgadas.Realmente me encantaría hacer algo totalmente inesperado, que me volviera el mundo del revés. Que me hiciera sentir viva.

Estos días me siento bastante mal. Mal en términos generales. Supongo que cuando la cabeza se queda vacia e inactiva tras los exámenes, empieza a compilar datos que han ido sucediendose paralelamente, y a los que no les he ido prestando demasiada atención. Además tengo la leve sospecha de que mis hormonas están haciendo de las suyas, no se por qué me da a mi la sensación. Solo espero mejorar durante la semana que viene. Es mi propósito.

Son las 3.45 de la mañana y creo que debería intentar dormirme.Cada noche por muy tarde que me acueste pongo el despertador a las 10,30 y pienso: venga, mañana por mucho que cueste, levántate y empieza a tomar un ritmo de sueño normal. Pero cada mañana cuando suena el despertador tengo el mismo pensamiento: Vas a hacer lo mismo estando levantada que estando aquí, bajo las sábanas, con los ojos cerrados. Y por un momento pienso cómo me gustaría poder pasarme el día entero así, acurrudada entre mis arrugadas sábanas de franela, a oscuras, durmiendo periodos de diez minutos, sin tener que levantarme, ni hablar, ni tener que decir que no me pasa nada cuando me preguntan. Simplemente hundir mi cabeza en la almohada y permanecer ahí hasta que mi cuerpo y mi cabeza decidan que es hora de volver a la vida diaria.


Besos

6 comentarios:

Mónica dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Mónica dijo...

Me he sentido tan identificada en todo...parecía que lo hubiese escrito yo...o que alguien me hubiese espiado la mente y los pensamientos...es curioso, pero me siento desnuda ante esta entrada. Y eso, también me da cierta intranquilidad.

Un beso :)

20 de febrero de 2011 04:11

Dysyd dijo...

Eso de imaginarte las conversaciones completas en tu cabeza antes de que tengan lugar y la necesidad de tenerlo todo planeado y bajo control (hasta el más mínimo detalle) también me pasa a mí, en grado de autista de alto funcionamiento (xD). Es bueno para reducir ansiedad, pero si después de tanto planear hay algo que cambia, se produce una catástrofe interna de las dimensiones de la primera bomba atómica.

A. dijo...

A mí me suele pasar algo similar. No es que no me gusten las situaciones nuevas, de hecho las adoro, pero pierdo toda la seguridad que aparentemente muestro. Y no soy capaz de disfrutarlas al máximo porque el miedo me paraliza. La parte positiva es que pocas personas ven más allá de la coraza que tú (en este caso yo) te has creado. La negativa es que los que te conocen bien sí son capaces de percibirlo. Yo me marqué hace 1 mes una nueva rutina: comer sano, salir a correr todos los días (en su defecto en bici o patines, depende del cansancio), consumir mucho cine y mucha literatura y centrarme en la carrera. Algo es algo.

Li dijo...

Sabes, las personas expontáneas e impulsivas cometen muchos errores, por eso mismo, por ser expontáneas e impulsivas y no pensar previamente las cosas. No te preocupes, en París nos va a tocar a todas ser un poquito así cuando nos perdamos por sus calles... y para eso no queda nada de nada.
A veces me gustaría tanto pensar las cosas como tú, tener esa gran capacidad, pero también entiendo cuando dices que te gustaría ser expontánea. A veces a todos nos gustaría no pensar las consecuencias, como cuando éramos pequeños y no teníamos responsabilidades algunas...

Kaerog dijo...

Me uno a la terapia 
Me siento completamente identificado, aunque no me guste la monotonía me cuesta muchísimo arrancar en una situación nueva sobretodo cuando se trata de conocer a alguien del que no estoy acostumbrado a tratar. Pueden llegar a pasar incluso años antes de que me adapte, pero claro, ¿ quien tiene tanta paciencia? Ja ja
A veces he tenido arranques impulsivos y tampoco en su mayoría he salido bien parado, quizás por hacer algo contra natura? Quien sabe, lo importante es conocerse a uno mismo, quizás de esa manera se puede encontrar el equilibrio.