Hola,
Hoy es uno de esos días extraños, en los que te despiertas con una sensación extraña, ves que #AnaYLos7 es TT en twitter junto con #papa y #tevoyafollartanfuerte, y sin saber por qué acabas entrando al blog y la sensación extraña se acrecienta cuando te ves bajando hasta mirar los blogs que sigues - y que no miras desde hace un año -
Creo que hoy es un buen día para hablar de esto, porque está todo el mundo muy entusiasmado con que sea 12.12.12, alegando que es una fecha que jamás se volverá a repetir. Vale, si nos ponemos dramáticos sí, esa fecha jamás se volverá a repetir pero...¿acaso se volverá a repetir alguna? hoy es 12.12.12, pero ayer fue 11.12.12. y jamás volverá a ser 11.12.12. Ni jamás volverán a pasar las mismas cosas que pasaron ayer, ni hablaras de lo mismo, ni sonreirás el mismo número de veces, ni habrá nunca más otro once de diciembre de dos mil doce. ¿Que por qué este tocho sin sentido? pues bien, hoy estoy un poco trascendental.
Supongo que la felicidad nunca es completa. Que siempre que hay una luz hay una sombra, y que cuanto más fuerte es la claridad, más profunda es la oscuridad que se proyecta. Una forma macabra y absurda de mantener el equilibro emocional para recordarnos que vivir consiste en asumir que habrá cosas buenas y cosas malas, personas que llegan y personas que se van. Pero no es justo.
No es justo que no pueda contarte que me duele la cara de sonreír, ni es justo que no pueda comer hamburguesas recalentadas contigo, ni abrazarte al bajar del autobús, ni buscarte como una loca en WhatsApp para contarte a ti la primera algo que me haya pasado. No es justo que exista una grieta entre nosotras, que siempre fuimos puentes. No es justo que te estés perdiendo mi vida y yo me esté perdiendo la tuya, aunque la mía ya no te guste demasiado.
Me pone muy triste, porque hay muchas cosas que no te he dicho y que ya no querrás escuchar. Y no hablo de reproches, hablo de verdades que probablemente tu me rebatieras haciéndome quedar como la culpable de la historia - y que tal vez lo sea - Haber quedado reducida a cenizas después de haber sido la pira más alta, y ahora ya no querer molestarte en saber dónde han quedado mis restos. Todavía no entiendo qué ha pasado, o qué nos ha pasado, ni tampoco entiendo cómo siendo algo tan fundamental en mi vida te has ido sin pelear. Porque yo siempre he asumido mi culpa, y mi responsabilidad cuando he cometido errores, y han sido tantos que he perdido la cuenta. Y ahora sin embargo siento que no te importa si me dolió, y eso es lo peor de todo, que siento que no te importa.
Tal vez sí que sirva de algo que sea 12.12.12
O tal vez sólo sea otro día más sin ti.
Besos.
1 comentario:
Una vez te entiendo hasta tal punto que me duele. Supongo que todos pensamos que nuestra historia es excepcional y nuestro dolor no es universal, pero a fin de cuentas sólo somos una más de las personas que pasarán sin dejar huella. Al final de todo, lo que más duele, es la indiferencia de quien en su día configuró tu mundo hasta tal punto de revolverlo y cambiarlo. Y una vez has sido tocado de ese modo, nada volverá a sentirse igual.
A.
Publicar un comentario