martes, 25 de marzo de 2014

30 cosas que he aprendido estando fuera de casa.

Hola,


1. No valoramos lo suficiente la comida de nuestra madre
2. El sol español no es comparable al sol irlandés.
3. También te puedes cansar de comer pasta.
4. Conducir por el otro lado está mejor pensado para la gente diestra.
5. Aquí no han llegado los arcenes.
6. En España la gente no tiene paciencia para conducir.
7. La lluvia no es tan mala.
8. Ahora entiendo por qué mis padres me decían 'No'.
9. Ser madre te deja sin tiempo para vivir.
10. Nunca dejes para luego algo que puedas hacer inmediatamente.
11. Tengo más claro el concepto de 'amor'.
12. Es muy caro eso de mantener un coche.
13. La gente que está de verdad en tu vida no se mueve aunque estés lejos.
14. La gente que no estaba de verdad en tu vida te demuestra que mejor lejos de ti.
15. Algo extraño pasa con la electricidad en este país.
16. Coger aviones sola no es ninguna afrenta épica.
17. Madrugar no mata.
18. Mi paciencia es limitada.
20. Tengo un problema de adicción a los huevos Kinder.
21. Las tapas con las cañas son el mejor invento del universo.
22. Me he tragado mis palabras respecto a varios aspectos emocionales de la vida.
23. He aprendido a hacer maletas.
24. El agua de la lluvia realmente hace que te crezca el pelo.
25. Ahora entiendo por qué todos los extranjeros están tan blancos.
26. He aprendido a valorar la compañía de la gente adulta.
27. He sido valiente.
28. Me he encontrado a mí misma.
29. He encontrado cosas maravillosas.
30. Quiero volver a casa.




Besos.

miércoles, 19 de marzo de 2014

Papá

Hola papá,

Sé que no vas a leer esto. Que este es uno de esos sitios que mantengo escondidos de vuestros ojos, pero aún así quiero dejar esto aquí, porque creo que es un sitio en el que he dejado muchas cosas importantes, y creo que esta es una de esas cosas.

Papá, lo primero que debería decirte es 'felicidades', pero de hecho lo primero que me sale decirte es 'gracias'. Gracias papá, primero por haberme dado la oportunidad de vivir, y segundo por haberme ayudado a hacerlo siempre. Gracias por haber sido duro conmigo, por mirarme de esa manera que no me dejaba contestar y por no haberme dejado descarrilar. Gracias por haberte reído conmigo, por haberme escuchado siempre, por haberme apoyado y aconsejado con lo que tú creías que era lo mejor para mí. Gracias Papá por no darme la espalda nunca, aunque no llevara toda la razón del mundo. Gracias por ser esa persona a la que siempre recurro cuando tengo un problema y que de hecho lo soluciona - a menos que sea tecnológico - Gracias por cosas simples como llamar por las noches para traernos cena del burguer, por esos partidos de la Champions los miércoles y por esos días comentando programas a la hora de la cena. Gracias por llevarme a todas partes, por recogerme cuando te llamo a las ocho de la mañana en un cotillón, por bajarme a la Universidad cuando no me daba tiempo a llegar, y por solucionar mis mil y un problemas burocráticos. Por no dejarme nunca a mi suerte pero a la vez darme el espacio suficiente para equivocarme y aprender. Gracias papá por abrazarme como lo haces, y por decirme te quiero tantas veces. Gracias porque sé que no habrá persona en el mundo que me quiera tanto como tú durante tanto tiempo - vale, aquí metemos a mamá - y gracias por demostrármelo siempre.

Este año me he perdido tu santo, tu cumpleaños, y tu día, y ya que las ganas de volver están empezando a apretar, me he dado cuenta de lo mucho que echo de menos todas esas cosas simples que antes tenía todos los días. Y lo importantes que son para mí. Por eso quiero decir todo esto, porque te quiero mucho papá, y una vida entera no va a ser suficiente para agradecerte todo lo que has hecho por mí.

Gracias por ser como eres, por haberme hecho ser quien soy, y por seguir aquí conmigo.



Gracias papá.




Besos.

martes, 18 de marzo de 2014

Dieciséis

Hola,

Hoy es martes, hace sol y estoy sola en casa. Es curioso, siempre me he puesto relativamente triste en martes desde que estoy aquí. Pero hoy simplemente creo que estoy de resaca emocional - y de la otra también-

Siempre lo he dicho; venirme aquí ha sido la mejor decisión que he tomado nunca. Irlanda, Kenmare, mi familia irlandesa y la gente que he conocido me han dado lo que necesitaba en este momento de mi vida, y ahora creo que soy una versión mejorada de la chica que llegó aquí hace casi nueve meses. Sin embargo, ahora que se está viendo el final es como si el cansancio se empezara a notar en las piernas y todo costara un poco más que antes.

Me quedan dieciséis semanas aquí. De las cuales una la voy a pasar en España, y dos son de vacaciones porque me dejan en el abandono irlandés. Dieciséis - trece- semanas no son nada. Absolutamente nada. Pero hoy me he despertado viéndolo todo un poco cuesta arriba, porque echo mucho de menos mi casa, mi ciudad, mis padres, mi hermana, mis amigas, mis primos, mis calles, mis bares, mis tardes al sol en el parque, levantarme los domingos con el olor a churros, ver programas con mi madre mientras contestamos a gritos, ver la champions con mi padre y los clásicos con mis amigas, las fiestas en mi campo que duran doce horas o las borracheras esos martes que ibas a tomarte solo una. No sé. Echo de menos mi vida de antes pero queriendo vivirla tal y como soy ahora. Estoy empezando a impacientarme por cómo va a ser ahora todo allí, cuando yo soy alguien relativamente distinto. Y quiero que se pasen los días. Necesito que se pasen los días.

Sé que me va a dar mucha pena irme, dejar a la familia, a mis chicas de aquí que se han convertido en grandes amigas, dejar esta casa, el coche, el pueblo, el baloncesto, los bares a los que vamos siempre y los planes de ruta los fines de semana. Sé que voy a llorar la última noche que cene aquí y los niños vengan a darme las buenas noches sabiendo que al día siguiente cuando se despierten ya no estaré aquí. Ni el siguiente, ni nunca más. Sé que lo voy a pasar mal cuando lo tenga todo en las maletas y mire a mi alrededor y las paredes estén vacías, y sepa que este cuarto será para otra persona en una semana.

Me va a costar trabajo irme del sitio que me lo ha dado todo. Que me ha hecho tan feliz y me ha llenado tanto como persona. Pero creo que, igual que cuando he decidido alargar mi estancia he sentido que debía por no sentir que había acabado mi etapa, ahora siento que esto se está acabando. Que esta 'parte' de mi vida, este capítulo, está llegando al final y que ya estoy ansiosa por saber cómo va a acabar.

Me apetece mucho volver a casa. Pero no os creáis que voy a pasarme penando el tiempo que me queda. Al final se pasará, en un abrir y cerrar de ojos, y estaré de vuelta. Y mientras tanto voy a ser feliz aquí, porque creo que sinceramente se lo debo a todo lo que me rodea por haberme cuidado así de bien.





En dieciséis semanas voy a volver a casa.
Y esta vez creo que por una larga temporada.





Besos.

martes, 11 de marzo de 2014

Marzo

(11.3.14)

lunes, 10 de marzo de 2014

Día cero.

Hola,

Hoy una de las cosas más preciosas de mi vida cumple siete años.

Hoy ha hecho sol y me he pasado una hora paseando en silencio mientras me calentaba las mejillas.

Hoy he sido muy feliz.





Y mañana....más.



Besos.

lunes, 3 de marzo de 2014

Tres del tres

Hola,

Hoy es día tres. Muchos de los ojos que me leen saber qué pasa con el día 3/3, así que no sería lógico pasarlo por alto en el blog. Tampoco para mis propios ojos, la verdad. Hoy hace exactamente un año desde que me descongelé. Un año desde que llegó el final del invierno. Desde que el hielo de mi pecho desapareció. Hoy, hace un año, entendí muchas cosas que no sabía hasta el momento y abrí las puertas a un millón de cosas nuevas que irían llegando sin pedirlas.

A día de hoy puedo decir que peleé hasta quedarme sin fuerzas. Y que gané. Gané porque hoy, un año después y a pesar de todo, de las despedidas, y de las cosas que no han podido ser, estoy tan llena de amor, de felicidad y de paz, que para mí ha merecido la pena cada uno de los momentos menos buenos - que no malos -.

El tres de marzo del año pasado cambió mi vida en muchos sentidos. Pero lo más importante de aquel día es que me convirtió en alguien mejor. Me hizo más valiente porque me hizo ver que desde aquel momento, siempre tendría miedo.

Y el hielo no ha vuelto. De hecho está más lejos de volver que nunca.
Me he convertido en un verano en la nieve.



Besos.

sábado, 1 de marzo de 2014

El verano

Hola

El verano siempre ha sido de mis épocas favoritas del año. Y no precisamente porque adore el calor. Me gusta el verano porque me gusta la luz. Me gustan los días eternos, y las cervezas a las nueve de la noche llevando gafas de sol en cualquier terraza. Me gusta tumbarme al sol a las cinco de la tarde en silencio y flotar por la piscina con la mente en blanco. El olor del asfalto caliente, y de la hierba mojada cuando riegan en mi casa cuando atardece. Me gusta el cielo azul de día, y la lluvia de estrellas de agosto. La sensación al meterme en el agua helada cuando fuera estamos a cuarenta grados a la sombra. La coca-cola con una rodaja de limón. El olor de la crema de nivea. El corte de la camiseta cuando crees que ya no pega el sol en la playa a las siete de la tarde. Me gusta quitarme la arena seca que se queda pegada a mi piel al salir del mar. El sabor de la sal en mis labios y el color de mi piel tras unos días de sol. Me gusta el frío de las seis de la mañana volviendo a casa de cualquier parte, dormir con poca ropa y meterme en la ducha antes de despertarme. El sonido de la nada por las mañanas al madrugar. Las tapas a medio día, las siestas de por la tarde y las fiestas en tirantes.

Me gusta el verano.
Y el que viene, más.





Besos.