viernes, 11 de septiembre de 2009

Miedos reinventados

Ayer cuando salí de mi examen, me pasó una cosa curiosa. Iba yo tranquilamente andando campus arriba desde el B4 hasta la biblioteca tras finalizar mi pequeño intento de pasar de ciclo, cuando levanté la vista de mi movil, el cual estaba toqueteando con el fin de iniciar el reproductor de musica, y vi que de frente venian andando cuatro mujeres, ni niñas, ni chicas, no: mujeres ya adultas y con pinta de ser madres de familia. Las cuatro iban hablando y tres de ellas consolando a una cuarta, que por cierto, capté que se llamaba Rosa (sí, como podeis comprobar mi vena cotilla superó a mis ganas de encender la música de mi movil). La pobre Rosa tenía todo el aspecto de salir o de defender una tesis, de exponer alguna movida importante, de hacer un examen, o de un casting de fama.
La última opción la deseché, puesto que ninguna de las cuatro llevaba ni mallas estrafalarias ni el pelo enfarlopado ni colores que matan juntos ni una pierna del pantalón más larga que la otra. Así que afinando un poco más la antena en el corto tramo que nuestros pasos se cruzaron llegué a captar la frase: "Rosa, ¡que te ha salido muy bien!¡de verdad!, te has puesto un poco nerviosa cuando se ha atascado la diapositiva pero has estado muy bien". Mientras la probre Rosa dejaba salir los nervios que lógicamente se veía que había acumulado y sus ojos se empañaron en un intento de reducir la ansiedad que había estado sufriendo previsiblemene durante la hora anterior. Sus amigas la abrazaron, y Rosa se dejó abrazar.
¿Que porqué cuento esto?, pues porque cuando mis pies dejaron atrás esa escena, y mientras yo volvía a mi cometido de poner la música de mi móvil, pensé en que da igual la edad que tengas, o a lo que te enfrentes. El miedo, la inseguridad y los nervios siempre van a estar ahí.
Recuerdo que cuando era pequeña tenía miedo a otras cosas diferentes de las que me dan miedo ahora. Y con miedo no me refiero al hombre del saco, al ser de debajo de la cama o al asesino de detrás de la cortina de la ducha. Me refiero a situaciones en las que pensaba y me gereneraban esa sensacion de malestar, entre nervios y miedo que parece como si te dieran patadas en el estómago.
Me hace gracia recordar por ejemplo, que cuando era pequeña me daba pánico pensar en el día de mi boda, simplemente porque me moría de vergüenza al pensar que tendría que darle un beso a mi novio delante de toda esa gente. Ahora ese miedo se ha transformado en "wou, me casaré con una mujer", sí, curiosa transformación. Miedos como salir de noche, que recuerdo como yo le decía a mi madre que yo no iba a salir nunca, que me quedaría siempre en casa con ella. (Me parto recordando ese momento). Miedos tontos que tenía como coger sola el autobús, llegar sola a clase el primer día (Oh dios mio casi vomito el primer día de universidad), ir sola a estudiar a la biblioteca, o bajar sola a hacer un examen. Cosas que hace dos años me creaban un estado de ansiedad importante, y que ahora soy capaz de hacer sin el más mínimo ápice de nerviosismo.
Los nervios, el miedo que se tiene ante un examen como yo lo tuve ayer, y he de reconocer que hacía mucho tiempo que no me ponía nerviosa en un examen, ni me entraba ese pánico académico ante un posible fracaso inminente. Y después salí y ví a la pobre Rosa llorando y pensé que aunque vayamos superando miedos e inseguridades, estas siempre estarán ahí, transformandose o reinventandose.

De pequeña pensaba que conforme fuera creciendo iría perdiendo el miedo a las cosas. Y ha sido así. Ya no me da miedo la oscuridad, puedo coger un autobús sola, bajar a clase sola o hacer un examen sin tener que cruzar una palabra con nadie en toda la mañana. Muchas cosas que antes pensaba que se acabaría el mundo si tenía que hacerlas y que me agobiaban y que ya no son más que simples movimientos rutinarios. Y al ver a Rosa, ya crecida, adulta y madura, me di cuenta de que no por hacernos mayores dejamos de tener miedo, es simplemente que nuestros miedos se convierten en otros, y que tal vez un día seamos nosotros los profesores o los padres y tendremos miedos diferentes. Y romperemos a llorar cuando se nos encoja el estómago aunque las lágrimas caigan ente las arrugas de nuestra cara.

Ayer por la noche, por ejemplo, me di cuenta de que hay algo que me da muchisimo miedo, algo que nunca pensé que me generaría esa sensación en el estómago. También puede ser porque nunca antes había estado enamorada, y por tanto, nunca antes me había planteado la posibilidad de perder a alguien de esa manera. He de admitir que solo pensarlo me produce una angustia desde la boca del estómago importante, tan solo imaginando que un día lo que tenemos no esté, que se acabe. Que no tengamos nuestra rutina de sms, de msn, de mcdonals, de gusanitos, de escapadas. Pensar que me iria a la cama y lo último que hiciera no fuera leer un sms suyo o ver una llamada perdida con su nombre, me hace pensar que no hay miedo más grande en mi vida ahora mismo que perderla.
Puede parecer muy exagerado y tal vez todo el mundo diga lo mismo de sus respectivas parejas...Pero yo casi podría decir con seguridad que si se acabara, no lo superaría. Simplemente porque es tan fuerte todo lo que me une a ella, que aprender a vivir sin eso, no sería vivir.

Pero ¿Que sería de la vida si no tuvieramos miedo a nada?


371'8

1 comentario:

Anónimo dijo...

Grandísima entrada :)
Ains,no deberías pensar en esas cosas...El miedo es inevitable,pero yo no pensaría en que ''se puede acabar y no lo superaría''.Yo he estado ''pillado'' dos veces en mi vida,las dos empezaron siendo mis mejores amigas durante años.Y pensaba lo mismo,por lo menos con la primera...Pero como verás no me he muerto ni nada por el estilo.¿Porque? Ten en cuenta que para que se separen dos personas que se quieren...algo tiene que pasar muy gordo,o algo va mal o incluso con el tiempo hay cosas que pierden su magia...no es de repente que todo se acaba...En fin,que yo ni lo tendria miedo ni me pararia a pensarlo porque sigue siendo futuro¿Porque agobiarse por una cosa que es posible que no pase?,¿y casi seguro que si ocurriese,no pasaria como piensas?(perdona el trabalenguas :S)
Si te sirve,yo,el que pensaba que me moría si se acababa,fui el que acabó pasando de ella(lo único que nunca me planteé)Por eso,ya nunca pienso en esas cosas.
Tu disfruta,que es muy dificil encontrar algo asi :)