El mundo de los blogs es algo bastante curioso que me ha abierto mundos que hasta ahora no conocía. He conocido gente, he leido historias y me he ido dando cuenta de que somos como minúsculas partículas que forman las gotitas de un océano.
Hace un par de noches un sentimiento raro raro me invadió, y todo a raiz de las clases prácticas del coche. Llevo toda la vida montandome en coches, con mis padres, con mi hermana, con ella, e incluso con amigas mías con las que dije que no me montaría jamás por miedo a morir en el intento. Sin embargo, cada vez que llegaba ese momento me limitaba a sentarme en el coche, ponerme el cinturón y buscar una emisora de radio que me alegrara un poco el día. Nunca ví ese riesgo, ni ese peligro que supone ir montada en un coche. Eso lo estoy descubriendo ahora, esta semana.
Estuve pensando en que cualquier mala decisión, o simplemente cruzarte con la persona equivocada en el momento equivocado, puede acabar con todo. Y no es por el hecho de morir en el sentido estricto de que se termina la vida, porque al fin y al cabo morir moriremos todos. Es que me da miedo no poder hacer todo lo que me queda por hacer.
Aquí fue cuando mi mente se fue paseando por los distintos habitáculos de mi pensamiento y llegué a sitios como el blog de las mamás lesbianas,y me puse a pensar en lo que me gustaría ser madre algún día, en el miedo que me da hacerme mayor, o simplemente verme independizada, sola, o con la carrera terminada y sin saber que hacer. Me da miedo el paso de los años y que la gente que me ha visto crecer vaya desapareciendo, fracasar, fallar a las personas que han creído en mí.
Últimamente pienso demasiado en el futuro. No solo en lo que me queda por vivir, sino en cómo lo quiero vivir...y si seré capaz de hacerlo.
2 comentarios:
Todos tenemos miedo a algo.. Lo interesante es lograr vencerlos..
Un saludito!
Pensar en el futuro es necesario, pero siempre en su justa medida, tampoco sin agobios!
Besos!
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