viernes, 27 de agosto de 2010

Me cago en la ola de calor africana y en el waka waka ya de paso

No es normal. Reitero. No es normal el calor que hace. Creo que me va a dar un golpe - ostia del quince - de calor y me voy a quedar cadaver aquí mismo. 43º durante el día y no menos de 33º por la noche. Esta mañana en mi clase de experimental estaríamos como a 48º en esa habitación. Os lo juro.
Yo siempre he sido de trasnochar mucho - ya comenté que me iba eso de la nocturnidad y la alevosía - y anoche no iba a ser menos. Las tres y media de la mañana me dieron aquí. Delante de la pantalla. Esta mañana me quería morir cuando me he despertado a las ocho. Pero no, en realidad cuando he deseado morir ha sido cuando estaba en clase de Experimental. Hacía muchísimo tiempo que yo no me quedaba tan sobada en ninguna parte. Ha habido caídas involuntarias de ojos, ganas de vomitar por intentar mantenerme despierta e incluso ha habido un momento en el que he perdido un poco la consciencia. Casi me caigo de la silla. Habría sido muy gracioso.
El poco rato que he pasado consciente lo he dedicado a observar a mi compañera de enfrente. La mencioné en el post del viernes pasado. Es "La chica que se pelea con el Muela"- una larga historia- . La chica tiene un tatuaje. Para que os hagáis una idea, justo por donde pasa el tirante de las camisetas deportivas - de bollo- . Después de diez minutos intentado averiguar qué narices era - ¿Un tenedor?¿Un rastrillo?¿un azotador de cojines?- me he dado cuenta de que era el símbolo de la Psicología - exáctamente el de la foto. Bichas incluídas-. Me he quedado asombrada. Eso sí que es vocación - Y no lo mío, que he tardado años en reconocer un símbolo que está en todos los libros de mi carrera. Se lo achacaré al calor infernal del momento-. Es como si un estudiante de informática se tatuara en logo de Windows XP. Cada día me asombra más la raza humana.
Dos interminables horas que he sentido desperdiciadas. Así como el resto de la mañana. Ya sabía yo que ir a ver a mi amiga L iba a ser una mala idea estudiantilmente hablando. Pero bueno. Ya no se puede arreglar.
Después hemos ido a la autoescuela, a pasar el rato. Yo seguía con el cuerpo malo - me ha durado hasta que me he tomado una coca-cola. Soy una cafeinómana- . Encima he tenido que subir andando al trabajo de mi tía para poder regresar a mi exilio. Cuesta arriba: tercer momento del día que me quería morir. Por el camino, iba mirando al suelo - tan extrovertida yo- y me he topado con esto.




Me ha hecho gracia. Me ha gustado. Me he imaginado algo parecido a una Barbie Cenicienta - que en mi mente obviamente era bollo- corriendo calle arriba y perdiendo el tacón - en mi mente eran unas converse. Soñar es gratis - y no he podido evitar recogerlo. Sí. Puede que también sea porque tengo cierto síndrome de diógenes aún sin diagnosticar oficialmente. Pero ese es otro tema.

Ayer al final perdí la compostura en el cumpleaños. Cada verano, cuando llega el 26 de Agosto me planto delante del espejo y me digo: -Venga, ya eres mayor. No hagas el canelo.- Pues nada. Todos los años acabo revolcada por el suelo, saltando en el castillo hinchable, bebiendo Sunny de limón - Por Dios que rico está- y atiborrandome a chucherias. Malditos cumpleaños infantiles. Con lo seria que soy yo.

5 comentarios:

Miss Cornflakes dijo...

JAJAJAJA Sabes lo que me río con tus posts? Me recuerdas un montón a mí... si, yo tambien tengo un sindrome de diógenes no diagnosticado xDD

Un besito y sigue con tu nocturnidad y alevosía ^^

Anónimo dijo...

si ves el tattoo que tengo yo....

un saludo!
kuku

MJ dijo...

Hacer el canelo es recomendable al 100% tengas la edad que tengas. Si no que tristeza de vida :)

Estela Rengel dijo...

¡Que viva hacer el gili!

LA DESGRACIÁ dijo...

Pues yo tb quería hacerme un tatoo con el símbolo de mi carrera, jops..

Y oye, lo del zapato de tacón de princesita...yo creo que es una señal. Vamos, yo me lo tomaría como tal xD

besos