Planes descabellados : El desenlace

Sí, tenéis razón. La verdad es que mi relato de la noche de la fiesta ha sido bastante escueto. Así que voy a extenderme un poco más y así de paso hago algo productivo para mi agilidad mental.
Subí a mi casa a las 6 de la tare aproximadamente para llevar a cabo la operación chapa y pintura - que es como yo llamo a arreglarme para salir - es una tarea ardua, os lo aseguro. Porque eso que dicen de que tener el pelo corto debe ser "muy cómodo" os digo desde ya que es mentira.
A caballo entre el msn, instalación de programas, descarga de los últimos capitulos de Cómo conocí a vuestra madre, y el partido de baloncesto de España-Argentina, fui adecentandome lo mejor posible para mi velada nocturna.
Llegó así la hora de irme. Alex me dió el toque y me bajé a la calle: ya estaba ahí - bien, al menos no tendría que quedarme vagando con la guitarra un rato, aunque quien sabe, igual hasta me caía algún centimo furtivo - Dos besos, me monté en su coche - De estos que parecen una nave espacial por dentro, de los que le gustan a Davia xD - y fuimos a recoger a otra chica, que vivía tres bloques al lado de mío. Pensé que por cercanía, y porque tenía mi edad, y porque estudiaba enfermería, había muchas posibilidades de conocerla. No fue el caso, pero bueno, más tarde hablando llegamos a la conclusión de que teníamos tropecientos amigos en común y no solo amigos, sino también muchas opiniones y gustos. Simpática la chica sí.
Llegamos a casa de Alex, y allí estaba buena parte de su familia, presentaciones - Al ver a su abuela se desvaneció del todo la idea de que me fuera a matar tipo psico-killer - y ya cuando llegaron sus primos nos pusimos con la barbacoa.
Así que nada, estuvimos poquitos, pero con una conversación muy amena. Nos contaron batallitas, y estuve cantando y tocando un rato. Definitivamente tengo superado el miedo escénico que tanto me acosaba y disfruté bastante la verdad. Cenamos, nos bebimos unos mojitos, dos besos para acá y para allá, y para casa. Alex nos devolvió a la chica enfermera y a mí y llegué sana y salva a mi punto de salida - Bien, prueba superada.- ¡YUHU!

Ayer puse que tal vez era hora de caer al pozo. Y hoy pienso que tal vez no. Creo que debo intentar mantenerme a flote el tiempo que me sea posible, aunque me cueste trabajo. Porque para mí es fácil rendirme, y bajar al pozo a estar allí unos días. Pero creo que no solucionaré ninguno de mis problemas - que son unos cuantos - de esa manera. Realmente me gustaría poder cambiar algunas cosas, pero como no está en mi mano tendré que sentarme a ver como van sucediendose los acontecimientos y luego ya veré lo que hago ¿no?