Sueños, y con sueño....

Diga lo que diga la hora de este blog, que tengo la sensacion de que está en hora de Houston, estoy escribiendo esto a las 23.58 de la noche, con los ojitos medio caidos del cansancio y con ganas de meterme en la cama (a dormir, bueno, porque estoy sola sino....).

Pero aún así mi yo bloggero está entusiasmado con el ritmo que empiezo a coger entre estas cuatro paredes y no me apetece dejar esto vacío más de dos días. Porque me niego rotundamente a abandonarlo como me ha pasado en varias ocasiones.

Ayer como se preveía, fue un dia armadillero ezzzztupendo :), aunque con muchas bajas (estuvimos 4 de 7) y el resto...*.*....ains. Creo que no hace falta ni que lo comente....*.*

Es curioso, así cambiando de tercio de forma drástica, el hecho de que yo con todo lo tierna, popi y romantica que he sido toda mi vida, tuviera una visión del amor fantasiosa e irreal. Me acuerdo que cuando hablaba con alguien, o lo comentaba en algún sitio,que me solían decir que yo había visto demasiadas peliculas, que historias así no se tenían en la vida real y que si esperaba tanto del amor seguramente nunca encontraría nada que estuviera a la altura de mis expectativas. Esos comentarios, repetidos por muchas personas, en muchas ocasiones acabaron por convencerme de que sí, de que yo vivía en mi propia nube de enamoramiento imaginario y que nunca tendría la historia que quería o que soñaba.

La gente me decía que exigía mucho por pedir alguien sincero, romantico sin ser empalagoso, divertido, que nunca se cansara de hablarme, que me escuchara, que me apoyara, que me pusiera las pilas, que compartiera lo que era importante para mi aunque no le gustara, que se despertara pensando en mi y se acostara haciendo eso miso. Alguien que al sonreir y me iluminara la vida y que tuviera detalles tontos como regalarme una flor; simplemente alguien que deseara pasar el tiempo conmigo.

Ahora se que todas esas personas me decían eso porque realmente no creían que eso que yo soñaba existiera, y tal vez no quisieran hacerme daño diciendome que se me quitaran los pájaros de la cabeza y me liara con la primera persona que me hiciera caso. Pero hoy puedo mirar atrás y decirles a todos que la encontré. Que encontré a esa persona. Y que no es que fuera exigente, es que tenía que encontrarme con ella para darme cuenta de que es en las cosas más simples como verla sonreir cuando se despierta, donde está eso con lo que siempre había soñado.

Ella es eso con lo que siempre habia soñado.

Te quiero mi niña, 371'8