Estoy sentada aquí, en un cuarto más bien desordenado, con las persianas bajadas y el ventilador moviendome el pelo y secando las lagrimas que se solidifican lentamente sobre mis mejillas. Porque sí, una vez mes estoy llorando. ¿Raro eh?. Espero que capteis el tono irónico de mi pregunta, y si no, os digo que lloro mucho, mucho más de lo que lloraba hace unos años y que hoy por hoy, despues de haber llorado esta semana mucho más de lo que he llorado en este último mes, queda aún más patente que soy un intento de regadera humana.
Si el 2009 puede caracterizarse por algo, ha sido por ser el año de los cambios sin lugar a dudas. Mi mundo patas arriba en todos los sentidos (Y sí, lloré por casi todos ellos). Algunos buenos, otros muy buenos y otros que no lo fueron tanto...Y entre todos ellos hay uno que esta tarde sobresale entre en monton de archivos mentales que tengo en la cabeza.
Cuando la conocí, y cuando empecé a sentir cosas por ella, cosas que no se sienten por una amiga, el único problema que se me aparecía en la mente era que tenía novia. Y que era improbable, por no decir que imposible, que una longeva relación como era la suya, se rompiera así, porque sí. Luego esa relacion se rompió...Y lejos de producir esa paz que suele dejarse tras la tormenta, empezó lo que se acabaría convirtiendo en una novela dramática a medio escribir. Con cabos sueltos e informaciones contradictorias. Mentiría si dijera que en alguna ocasión no me alegré de que por culpa de esto ni pudiera mantenerse la amistad. Lo sé, soy humana y por tanto la vanidad y el miedo son parte de mis defectos. Pero había momentos en los que me alegraba de que ni siquiera hubieran quedado como amigas, tal vez por miedo a que con el tiempo las cosas se arreglaran entre ellas.
Eso, obviamente lo pensaba ese pequeño demonio que a todos se nos aparece en el hombro en alguna ocasion. En cambio, el angelito, que por no perderse la fiesta también aparecía, me decía que nadie se merecía lo que le estaba ocurriendo a la pobre chica, y que está mal que pienses de esa manera y alegrarte por tenerla fuera de tu vida. Pero el angelito parecía no darse cuenta de que así no estaba fuera de mi vida, sino más dentro de lo que habría estado de no haber pasado nada de lo que supuestamente pasó.
Porque sí, llegué a preocuparme, a sentir pena, y me vi a mi misma pensando que por dios no se muriera porque no podría afrontarlo. Me vi a mi misma queriendo que mejorara, que un dia dijera que todo se iba a arreglar....Y no por ella....ni por mí. Pero lo cierto es que algo dentro de mí estaba muy, muy preocupado. No se exactamente si por querer averiguar la verdad, o simplemente por hallar una pista clave, una foto, o un simple perfil en internet que confirmara algo que siempre supe: que era una mentira. Fracasé en todos mis intentos, lo sé. Como fracasé en el intento de que no me importara, de que no me afectara.
Y así me siento, como un policia que ha dedicado media vida a resolver un caso que resulto ser una farsa, frustrado e impotente ante la sensacion que le recorre el cuerpo pensando en el sufrimiento que ha acarreado todo, y no solo a el mismo sino a la gente de su alrededor. Lo peor de todo esto es que ya sabía que el final de la historia sería este y aún así me he enfadado tanto conmigo misma, con el mundo, con todo, que me resulto hasta patética.
Desde luego esto no ha hecho más que confirmarme que hay cierta clase de personas con las que no quiero ningun trato, y a las que espero jamás parecerme.
No voy a mentir, me duele demasiado que ocupara un lugar tan extensisimo en el diario de su vida, y que haya ocupado tantas hojas con esto. Me molesta que sea tan protagonista en todo y no poder hacer nada salvo no cometer los mismo errores. No puedo cambiar el pasado, y no puedo cambiar el presente. ¿El futuro?....ya veremos que pasa en el futuro.
371'8
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