domingo, 30 de agosto de 2009

Echando llaves

Retomando la sacada de trastos del baúl de los recuerdos, mi mente ha ido a pararse al 12 de enero de 2004. Recuerdo que ese año estabamos todas con un subidon poco común, porque tras dos años de separación en la E.S.O y habiendo pasado mas de seis años juntas en primaria, la mayoria de nosotras, y con nosotras me refiero a mis amigas del colegio, volvimos a coincidir en la misma clase. 3 de E.S.O-A. Cierto es que de las que ahora quedamos juntas, en ese momento había una que ya no está (Sí, la famosa amiga de la que me enamoré durante ese año), y otra que sí está pero que ese año no estuvo en nuestra clase.

Estos son meros datos informativos porque mi historia va a centrarse en un unico personaje, aunque en realidad participaramos todas de alguna manera.

Recuerdo como ella empezó a decir en Diciembre que le dolía el tobillo, y me acuerdo perfectamente de mí misma, con cinco años menos, haciendo uso de mi actitud Mcguiver intentando que recordara si se había torcido el pie o si se había dado algún golpe. Ella insistía en que no, y cojeaba. Así, las vacaciones de navidad y la vuelta al colegio. Ella seguía con su dolor y decidió ir al hospital a hacer una radiografía. Nada serio, tan poco serio que ninguna se enteró de que había ido al hospital.
Como podreia imaginar esa radiografía fue seria, sino, no estaría aquí detallando cada paso previo. Y una noche, la del 11 de enero, se conectó al msn con un nick que no avecinaba ninguna buena noticia. Le pregunté que que pasaba y ella me dijo que le preguntara a otra amiga mía que también estaba conectada, que ella no tenía fuerzas para contarmelo.
Así fue como me enteré de que una de mis mejores amigas de la infancia tenía cancer, cuando ni siquiera habíamos cumplido los 15 años. No recuerdo haber roto a llorar ni nada por el estilo. Recuerdo que cogí a mi perro y me bajé a la calle con otra amiga, que por suerte es mi vecina, y que aún sin poder creermelo del todo se lo conté. Ella pensó que le estaba tomando el pelo y no la culpo en realidad, yo habría pensado lo mismo.
Fue a la mañana siguiente cuando al entrar en el portal de otra amiga donde solíamos quedar tres o cuatro mas para ir a clase, estaban alli, llorando. Yo no lloré en ese momento, igual que no llore al dia anterior, e igual que no llore durante el resto del día. No me preguntéis por qué porque no sabía contestar a esa pregunta, pero no lloré.

Así fueron pasandose los días, su operacion, sus primeras sesiones de quimioterapia, ver como poco a poco perdía pelo, kilos y el color de la piel. Como se iba transformando en alguien ajeno a quien había sido mi amiga, en otra persona apagada y sin luz. Y aún así ella seguía sonriendo, y seguía animandose y animándonos a todos.

Ahora lo pienso y creo que nunca fuimos realmente conscientes de la gravedad de aquello. Que nunca nos planteamos siquiera la posibilidad de que ella muriera. Simplemente sabíamos que se estaba tratando y que se iba a curar, como cuando te tratabas un catarro con paracetamol. Por eso ahora, cinco años después de aquello nos miramos y decimos que ella tuvo mucha suerte, que todas nosotras tuvimos mucha suerte y que de pasar ahora todo aquello que pasó, seguramente lo pasaríamos mucho peor.

Como habréis comprobado ella se curó, y ahora está perfectamente sana y feliz, y disfrutando de la vida. Aquello nos hizo crecer como personas, como amigas y como grupo. Y hoy somos quienes somos por todo lo que hemos pasado juntas. Fueron muchas cosas las que pasaron ese año, muchas. Y esta fue una de las que me hicieron madurar de pronto, y convertirme en la persona que soy hoy.

¿Que por qué cuento esto hoy? Porque hoy he soñado con ella. He soñado que volvía a caer enferma y la angustia que he sentido en el sueño ha sido tan grande que me he pasado el día con la necesidad de hablar con ella y preguntarle como estaba. También me ha ayudado a revivir todo desde mi punto de vista y a darme cuenta de una cosa: hace unas semanas te dije que había aprendido a asociar cosas que habían sido importantes, buenas, malas o en definitiva trascendentales en mi vida con cierta persona. Y te mencioné a mi abuelo y al cáncer. Hoy me he dado cuenta de que tengo recuerdos mucho más poderosos que esas asociaciones. Hoy he echado otra llave más y se que no será la unica que eche.


Animo a todo el mundo que haya sufrido o sufra directa o indirectamente del cáncer. Yo puedo decir que ella lo venció, y que yo lo vencí con ella...

Hasta la siguiente entrega.


371'8

No hay comentarios: